Kaede: Te tardaste, idiota.
Seiichi: Ah… es que estaba la chica rara… ya sabéis, la que no habla.
Shana: Ella es una integrante del club de periodismo, lo decía en el papel.
Seiichi: ¿Ella? ¿Una chica tan callada? Además estaba sola en la clase, ¿No debería haber ido al club?
Shana: No lo sé. Por cierto, recordad mañana lo de unirse al club.
Seiichi: Por cierto, mi casa está al girar la esquina.
Kaede: Ya veo
Al llegar, las chicas se sorprendieron al ver el tamaño de la casa.
Kaede: ¿Alguien tan simple vive en una mansión tan grande? –Preguntó estupefacta.
Seiichi: Oye tú… en fin, entremos.
Seiichi abrió la puerta y vio a su madre, Kazumi, justo delante, ordenando los zapatos de la zapatera. El aspecto de ella sorprendió a las chicas, ya que ella no era la típica madre de 40 años, delantal y pelo recogido en cola de caballo. En su lugar, era rubia, muy joven, y usaba ropa muy juvenil.
Kazumi: Oh, Seikun, bienvenido.
Seiichi: Mama, traje a 2 amigas, ¿puedo llevarlas a mi habitación?
Kazumi: -Mirando a las chicas- 2 amigas… chicas… oye ven un momento. –Tras decir eso, jaló del brazo a Sei y se lo llevó al salón.
Kazumi: ¿Qué intereses tienes al traer a 2 chicas a casa… no será que quieres hacer un trío con ellas?
Seiichi: Te equivocas mamá, ellas…
Kazumi: No, lo sé, sé lo que hacen los jóvenes de tu edad cuando llevan a una chica a su cuarto…
Seiichi: esto… solo vamos a estudi… -Fue interrumpida por su madre.
Kazumi: ¿Estudiar? No me lo creo…
Seiichi: Mama…
Kazumi: Estudiar anatomía femenina y conocimiento sexual, ¿verdad? acabo de cambiar tu edredón así que... –Kazumi se volvía cada vez más paranoica.
Seiichi: Créeme, mama, suspendí matemáticas y ellas me ayudarán a estudiar.
Kazumi: Ya veo, entonces ve. –Dijo, cambiando su cara aterradora y poniendo una sonrisa aun más escalofriante.
Kazumi era amable y buena mujer, pero se volvía paranoica por el miedo que tenía a que su hijo se convirtiera en un delincuente, o que dejara embarazada a una niña. Irónicamente, ella era una delincuente de joven. Ambos regresaron al vestíbulo.
Kazumi: Hola, soy Kazumi Sorazaki, la mama de este inútil, encantado de conocerlas.
Shana: Yo soy Shana Momizi, un placer conocerla, suegr… digo, madr… digo, señorita. –Dijo nerviosa y sonrojada.
Kaede: Me llamo Kaede Nozomu, mucho gusto.
Kazumi: Vaya… que niñas tan lindas, iré a preparar algo para todos.
Kazumi sonrió y se fue a la cocina, arrastrando por la oreja a Seiichi. Las chicas se quedaron mirando con caras de reacción. En la cocina, le dijo a Seiichi “Son buenas chicas, buena suerte en conquistarlas.” mientras ponía una cara terrorífica y levantaba el dedo pulgar. Después de eso, Kazumi se quedó preparando algunos dulces y Seiichi se llevó a las chicas a su habitación. La casa tenía 3 dormitorios, 2 baños, cocina, salón-comedor, y ático. Después de subir las escaleras llegaron a ella
Kaede: -Chasqueando la lengua- Que habitación más simple.
Seiichi: Bueno, perdona.
Shana: Ehhh, a mi me gusta…
Al fijarse en la cama, Kaede se fijó en una especie de libros o revistas que sobresalían debajo de la misma.
Kaede: ¿Qué es eso que sobresale? ¿Son libros de estudio? –Dijo mientras gateaba para cogerlos.
Seiichi: ¡NO! ¡No los toques! –Gritó, nervioso, aunque ya era demasiado tarde.
Kaede: Ah… son revistas porno… que tipo tan desagradable…
Shana: no pensarás… en hacernos co-cosas como l-las que hacen en esa r-revista, verdad? –Preguntó, asustada y sonrojada.
Kaede: Que demonios… todas son chicas con dobles coletas… -Dijo, sorprendida.
Seiichi: ¡No es lo que piensan! es solo… una casualidad… ¡yo no las traje para eso!
Kaede: No te preocupes, si intenta hacernos algo, lo mataré. –Contesto con una risa maliciosa y un aura maligna en su rostro.
De repente la madre de Seiichi abrió la puerta de golpe, asustando a todos.
Kazumi: mierda, no les pillé en pleno acto. –Dijo mientas ponía una cara molesta y mordía su pulgar- Como sea, aquí les traje los dulces, son hechos a mano, así que espero que les gusten.
Seiichi: Gracias, mamá, pero toca la puerta la próxima vez.
Kazumi: ¿Eeeeh? Así no es divertido. -Tras esto, se fue de la habitación.
Shana, Kaede: Gracias, mama de Seikun.
Las tres empezaron a comer dulce y quedaron maravilladas con su sabor, de hecho, sabía tan bien porque Kazumi trabajaba antes en una pastelería a media jornada.
Después de los pasteles, empezaron a estudiar, aunque con las constantes bromas de Seiichi a Kaede, y Shana calmándola, el progreso fue reducido… la tarde cayó y Kaede y Shana ya se iban a marchar para descansar en casa.
Shana: Seikun gracias, me divertí mucho estudiando y escuchando tus bromas. –Dijo sonriendo.
Seiichi: No fue nada, ustedes sois las divertidas.
Kaede: Seiichi… eres un idiota. –Kaede parecía lucir triste- Pero te tengo envidia… tienes una madre linda y buena, y que cocina rico… ah, olvídalo, estaba hablando conmigo misma. –Fingiendo una sonrisa.
Seiichi: S-si… -Dijo algo desconcertado.
Shana: Vamos, Kaede.
Kaede: Si… bueno, hasta mañana.
Seiichi contemplo como las jóvenes se alejaban poco a poco, en la distancia, una tercera forma aparecía… estaba corriendo… y venia en la dirección contraria… cuando se acerco, se dio cuenta de que era María, la cual estaba regresando a casa después de estar tanto tiempo fuera.
Seiichi: Oye… ¿Dónde habías estado? Es tarde.
María: En casa de mi amiga Asakura-chan, estudiando. Lo siento, se me fue el tiempo volando sin darme cuenta. –Mará sonrió con inocencia.
Seiichi: Ya veo… yo también…
María: No será… que esas chicas lindas con las que me crucé… ¿son tus novias? –María puso una cara celosa.
Seiichi: Novias no. Son amigas, estábamos estudiando.
María: que alivio… quiero decir, ignora lo que acabo de decir. –Tras decir eso se fue corriendo, sonrojada.
Seiichi: ¿Huh?
María: hermanito tonto… -Dijo para si misma mientras subía su cuarto- Si tan solo…
Al día siguiente, al terminar las clases, Seiichi, Shana y Kaede decidieron ir al cuarto del club de periodismo a unirse. Tocaron la puerta del club, y no tardó en abrirles una belleza con lentes.
Ai: ¿Vienen a unirse? –Preguntó la chica sonriendo.
Seiichi: S-sí. –Dijo el joven con voz temblorosa a ver a tan agraciada chica.
Pero él no estaba nervioso por eso… esa chica, es como si la hubiese visto o conocido antes, como una sensación familiar, tal vez por su seductora voz, o por el olor del perfume de cerezas que tenía... La chica reaccionó del mismo modo que él.
Al rato Kaede habló enojada.
Kaede: Oye maldito pervertido, entrégale los formularios de inscripción de una santa vez.
Seiichi: ¿Eh? Ah… si.
Seiichi entregó los papeles de inscripción y entraron al club.
Ai: Gracias: Ah, mi nombre es Ai Kumako, podéis llamarme Aiko, si queréis.
Kaede: ¿Y los miembros del club?
Ai: Ah… solo somos 2… los anteriores miembros eran 3 años mayores y se graduaron…
Shana: ¿Y quien es el otro miembro?
Ai: Ah si… se llama Kyouko Saoru.
Seiichi: ¿Esa niña rara está en el club?
Ai: Si… es un poco rara… pero en los pocos días que lleva aquí ya ha escrito el mejor artículo desde la fundación del club… o eso dicen los profesores…
Kaede: Supongo que son de esas personas que se comunican mejor escribiendo que hablando.
Ai: Huh… hablando del rey de roma
Como si de un fantasma se tratase, Kyouko apareció de la nada, y sin saludar ni mirar a nadie, se sentó en su asiento.
Shana: Sin duda… -Dijo en referencia al comentario de Kaede.
Ai: jeje… bueno ¿Qué tal si nos ponemos a ello? El periódico no se hace solo. –dijo sonriendo con amabilidad.